Antes de que se iniciara la pandemia de COVID-19, las organizaciones habían comenzado a aceptar el teletrabajo como algo inevitable. Si bien ha habido picos y valles con empleados que trabajan desde casa, la tendencia general ha ido en aumento.
Pero, como es natural, con la rápida propagación de la COVID-19, las empresas se han apresurado a adoptar tecnologías de trabajo remotas a un ritmo impensable. Estamos en medio de un cambio masivo que tuvo lugar de la noche a la mañana, y ya nunca volveremos a trabajar como lo hacíamos antes de esta pandemia.
Ahora bien, permitir a los trabajadores cumplir sus labores desde el hogar proporciona una gran cantidad de beneficios, tanto para los empleados como para las empresas. Un ejemplo, los empleados pueden reducir los gastos y el estrés por los desplazamientos, sacar mejor provecho de su agenda diaria y mejorar el equilibrio del tiempo dedicado al trabajo y a la vida personal.
Algunas organizaciones tienen procesos que aún dependen de la interacción física y el flujo de trabajo manual. La persistencia de este enfoque de la vieja escuela puede deberse a una variedad de razones: a) Hay quienes prefieren documentos impresos para realizar ediciones / cambios, b) el sistema funciona, aunque de forma lenta e ineficiente, c) existe cierto temor a la tecnología, d) algunas compañías escogen no cambiar por temor a problemas de cumplimiento, entre muchas otras.
Hoy más que nunca, la coyuntura del COVID-19 ha puesto en evidencia las limitaciones de los procedimientos manuales. Las empresas ahora están tratando de encontrar formas de digitalizar los flujos de trabajo para mantener los procesos y las operaciones en funcionamiento con una fuerza de trabajo remota.
Para facilitar la vida de estos trabajadores remotos durante estos tiempos difíciles y más allá de ellos, es necesaria la automatización de procesos.
Las ventajas que la automatización proporciona son muchas y resultan evidentes desde la primera ejecución de un proceso: simplificación de tareas, disminución del riesgo al error humano, aumento de productividad y calidad, mejores tiempos de respuesta, uniformidad y reducción significativa de los costos.
En resumen, la automatización de procesos facilita la integración de la información dentro de la organización y permite un enfoque centrado en el cliente, lo que mejora más aun el trabajo a distancia.
Cuando las compañías evalúen su nivel de digitalización de procesos Core y se comprometan a impulsar iniciativas en materia de transformación, podrán disparar el potencial en todos los niveles de la organización.